Las palmeras son hermosas. Pero también requieren un trabajo duro. Especialmente cuando los árboles grandes tienen que ser replantados en macetas más grandes para su venta a – especialmente – hoteles en las islas de la Polinesia Francesa. Ese replanteo requiere mucha fuerza muscular. Para el cultivo se utilizan los elementos más pequeños: los fertilizantes de Cellmax.

El cultivo de las palmeras comienza con paciencia. El majestuoso producto final sólo se puede cultivar a partir de una semilla y puede pasar algún tiempo hasta que esta semilla germine. Es también la fase en la que la palma es más vulnerable: en más de la mitad de los casos, la germinación no se produce.

Para maximizar la posibilidad de buenos resultados, los cultivadores experimentados en Tahití, como Ari, utilizan el tierra universal para macetas de Cellmax: “Las palmeras son árboles sensibles y muchas especies crecen lentamente. Para un buen crecimiento de las raíces, nunca deben estar demasiado húmedas, por lo que utilizamos una tierra para macetas aireada para que el agua pueda fluir rápidamente. Especialmente con la tierra para macetas Cellmax vemos buenos resultados. Esta tierra es extra aireada debido a la adición de perlita. Esto facilita que las plantas jóvenes echen raíces y sigan creciendo bien en las primeras etapas de su desarrollo. Estas jóvenes palmeras son mucho más saludables que las de suelos arenosos y más pobres. Con la adición de Cellmax Rootbooster, el vulnerable sistema radicular de los arbolitos también está mejor protegido y se desarrollan bien.